Las personas positivas no tienen ningún tipo de poder mágico ni nada
especial que no pueda ser alcanzado por cada persona. Comienzan por
tomar la decisión de empuñar las riendas de sus vidas asumiendo la
responsabilidad de dirigirlas en la dirección idónea a pesar de todas
las dificultades que les salen al paso.
Un error común de muchos
al tratar de adoptar vidas más fructíferas es que si quieres ser una
persona más positiva, debes ignorar toda la negatividad. Pero nada más
lejos de la verdad.
Las personas positivas no ignoran los aspectos
negativos de la vida, simplemente se dotan de la mentalidad para
superar estas situaciones. Nadie puede escapar a la sensación de ira,
aburrimiento, incluso odio en algún momento; pero la gente positiva
rápidamente se lo quita de encima y se niega a permitir que tales
experiencias se adueñen de sus vidas.